Es innegable, si volvemos la vista atrás, que nuestro sistema educativo se
ha modernizado. Una pequeña visita a cualquier centro escolar nos hará ver un
paisaje desconocido hace apenas diez años: cañones, pizarras digitales, ultraportátiles…
Lo mismo sucedería si un alumno/a de hace diez años entrase ahora en un aula.
Nada tiene que ver el sistema actual de enseñanza de muchos profesores/as en
relación a años atrás
Ahora bien: ¿son suficientes esos cambios? ¿estamos aprovechando todas las
posibilidades digitales existentes en la enseñanza de un alumnado que vive en
un mundo completamente tecnológico?. Las respuestas son claramente negativas.
¿Cómo lograr la integración de las TIC en la escuela actual? ¿Cómo debiera ser una escuela actual
plenamente integrada en la sociedad digital? La respuesta es compleja, pero en
todo caso debería afectar a todos los estamentos que participan en el sistema
educativo. Desde el Ministerio de Educación y sus correspondientes consejería
autonómicas con una política de claro apoyo a la renovación educativa, con un
plan ambicioso y planificado para un período largo. El profesorado siendo
consciente de los nuevos tiempos, sin miedo al cambio, y con deseos de afrontar
nuevos tiempos, aprovechando, sin lugar a dudas, todo lo positivo de
metodologías anteriores.
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