Consiste en atribuir características humanas a
animales o seres inanimados, como ocurre en las fábulas, cuentos maravillosos y
alegorías. En los autos sacramentales aparecen ejemplos de personificación
alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc. También se aplica el término
al hecho de representar una cualidad, virtud o vicio a partir de determinados
rasgos de una personalidad que se convierte en prototipo: así Don Juan es la
personificación del seductor.
Tipos de prosopopeyas son la animación: atribuir a
seres inanimados cualidades de los animados; la animalización; atribuir a seres
humanos características de los seres irracionales; y la cosificación: atribuir
a los seres vivos cualidades del mundo inanimado.
Ejemplos:
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
Sólo se oirá la risa blanca de las estrellas
Persiguiendo a las sombras por todos los caminos.
... el viento de la noche gira en el cielo y
canta...
... y el agua se desliza presurosa y alegre por las
piedras...
...el viento me habla de ti...
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