"Estoy segura de que toda nuestra desgracia ha sido por culpa de la televisión. Mire que se lo dije: Pepe, ¿no ves que el programa ese es una chorrada con azafatas de celofán? Pero él a lo suyo, ni caso. Que si era una oportunidad para estar en un plató, que si sería divertido, que si veríamos de cerca el espectáculo del famoso hipnotizador Hiduín...."
Etimología: "hipnotizar"
Préstamo (s. XIX) del inglés hypnotize, término creado por el médico inglés J. Braid (s. XIX) a partir del griego húpnos ‘sueño’. De la familia etimológica de sueño (V.).
Hipnotizado
Estoy
segura de que toda nuestra desgracia ha sido por culpa de la televisión. Mire que se lo dije: Pepe, ¿no ves
que el programa
ese es una chorrada con azafatas de celofán? Pero él a lo suyo, ni caso. Que si
era una oportunidad para estar en un plató, que si sería divertido, que si veríamos de cerca el
espectáculo del famoso hipnotizador Hiduín....
En fin, una lista de supuestas gozadas que cada vez me confirmaban más su ilusión colegial. Claro, no
podía decirle que no, y ya ve cómo estamos. En su afán antiguo de salir por la pantalla de marras va y se presta voluntario
para ser hipnotizado por el “gran” Hiduín. Yo le susurraba que no hiciese el
ridículo, pero estaba imparable. El tipo le durmió en un santiamén con su voz aterciopelada de flexión rocambolesca, y pronunció aquello de
“al contar tres despertará y será
usted un dulce niño de dos años”. Ya puede imaginarse el gatuperio que se
armó entre los aplausos del público y los lloros de mi marido correteando y llamando a su “mamá”. Y en eso que el Hiduín empieza a tambalearse y cae al suelo
ante nuestro asombro. Calma, nos
dicen, no es nada, un ataque al corazón... Y al final suspenden la grabación y
dejan a mi Pepe así, sin que nadie
sepa deshacer el entuerto. Y yo me pregunto,
doctor, ¿cómo le digo a nuestro hijo que comparta los juguetes con su padre?
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