martes, 17 de septiembre de 2019

20 minutos para contar: hipnotizado

En los próximos veinte minutos inventa una historia que comience así:

"Estoy segura de que toda nuestra desgracia ha sido por culpa de la televisión. Mire que se lo dije: Pepe, ¿no ves que el programa ese es una chorrada con azafatas de celofán? Pero él a lo suyo, ni caso. Que si era una oportunidad para estar en un plató, que si sería divertido, que si veríamos de cerca el espectáculo del famoso hipnotizador Hiduín...."

Etimología: "hipnotizar"

Préstamo (s. XIX) del inglés hypnotize, término creado por el médico inglés J. Braid (s. XIX) a partir del griego húpnos ‘sueño’. De la familia etimológica de sueño (V.).



Hipnotizado

Estoy segura de que toda nuestra desgracia ha sido por culpa de la televisión. Mire que se lo dije: Pepe, ¿no ves que el programa ese es una chorrada con azafatas de celofán? Pero él a lo suyo, ni caso. Que si era una oportunidad para estar en un plató, que si sería divertido, que si veríamos de cerca el espectáculo del famoso hipnotizador Hiduín.... En fin, una lista de supuestas gozadas que cada vez  me confirmaban más su ilusión colegial. Claro, no podía decirle que no, y ya ve cómo estamos. En su afán antiguo de salir por la pantalla de marras va y se presta voluntario para ser hipnotizado por el “gran” Hiduín. Yo le susurraba que no hiciese el ridículo, pero estaba imparable. El tipo le durmió en un santiamén con su voz aterciopelada de flexión rocambolesca, y pronunció aquello de “al contar tres despertará y será usted un dulce niño de dos años”. Ya puede imaginarse el gatuperio que se armó entre los aplausos del público y los lloros de mi marido correteando y llamando a su “mamá”. Y en eso que el Hiduín empieza a tambalearse y cae al suelo ante nuestro asombro. Calma, nos dicen, no es nada, un ataque al corazón... Y al final suspenden la grabación y dejan a mi Pepe así, sin que nadie sepa deshacer el entuerto. Y yo me pregunto, doctor, ¿cómo le digo a nuestro hijo que com­parta los juguetes con su padre?
                                                                   Diego Prado 

No hay comentarios:

Publicar un comentario