jueves, 18 de febrero de 2016

La descripción /(págs. 111-112)

a) Definición.
b) Fases.
c) Tipos.
d) Descripción de ambientes: topografía.
e) Descripción de personas.

Actividad: indica a qué clase de descripción pertenecen los siguientes textos:

a) ..............................................................
Tras mi ventana, a unos trescientos metros, la mole verdinegra de la arboleda, montaña de hojas y ramas que se bambolea y amenaza con desplomarse. Un pueblo de hayas, abedules, álamos y fresnos congregados sobre una ligerísima eminencia del terreno, todas sus copas volcadas y vueltas uns sola masa líquida, lomo de mar convulso. El viento los sacude y los golpea hasta hacerlos aullar. Los árboles se retuercen, se doblan, se yerguen de nuevo con gran estruendo y se estiran como si quisiesen desarraigarse y huir. No, no ceden. Dolor de raíces y de follajes rotos, feroz tenacidad vegetal no menos poderosa que la de los animales y los hombres. Si estos árboles se echasen a andar, destruirían a todo lo que se opusiese a su paso. Prefieren quedarse donde están: no tienen sangre ni nervios sino savia y, en lugar de la cólera o el miedo, los habita una obstinación silenciosa. Los animales huyen o atacan, los árboles se quedan clavados en su sitio. Paciencia: heroísmo vegetal.
Octavio Paz, El mono gramático
 
b)........................................................................
Mi criado tiene de mesa lo cuadrado y el estar en talla al alcance de la mano. Por tanto es un mueble cómodo; su color es el que indica la ausencia completa de aquello con qué se piensa, es decir, que es bueno; las manos se confundirían con los pies, si no fuera por los zapatos y porque anda casualmente sobre los últimos, a imitación de la mayor parte de los hombres; tiene orejas que están a uno y otro lado de la cabeza como los floreros en una consola, de adorno, o como los balcones figurados, por donde no entra ni sale nada; también tiene dos ojos en la cara; él cree ver con ellos, ¡qué asco se lleva!
Mariano José de Larra, La Nochebuena de 1836

c)........................................................................
Otli tenía el pelo corto y erizado, rojo como una zanahoria, y las orejas gachas de soplillo. Era delgado y alto con la piel llena de pecas. Pero éstas no eran los graciosos puntillos que con frecuencia caen tan bien en las narices respingonas de las chicas. Otli tenía todo el cuerpo blanco y marrón como un perro foxterrier; como si se hubiese puesto cerca de un pintor que le pulverizase de marrón en una pared blanca.
Christine Nöstlinger, Filo entra en acción
 
d).........................................................................
Y todo por esa mocosa de enfermera […] No hay más que mirarla para darse cuenta de quién es, con esos aires de vampiresa y ese delantal ajustado, una chiquilina de porquería que se cree que es la directora de la clínica.
Julio cortázar, La señorita Cora
 

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