85 ricos suman tanto dinero como 3.570 millones de pobres del mundo
Clara Blanchar
La masiva concentración de los recursos
económicos en manos de unos pocos abre una brecha que supone una gran
amenaza para los sistemas políticos y económicos inclusivos, porque favorece a
unos pocos en detrimento de la mayoría. Así que para luchar contra la pobreza es básico abordar la desigualdad.
Esta es la conclusión del informe Gobernar para las élites. Secuestro
democrático y desigualdad económica, que publica hoy la ONG Oxfam Intermón. El
estudio parte de datos objetivos de varias instituciones oficiales e informes
internacionales que constatan la “excesiva” concentración de la riqueza
mundial en pocas manos. Datos como que 85 individuos acumulan tanta riqueza
como los 3.570 millones de personas que forman la mitad más pobre de la
población mundial. O que la mitad de la riqueza está en manos de apenas el
1% de todo el mundo. Eso sin contar, advierte el informe, que una
considerable cantidad de esta riqueza está oculta en paraísos fiscales.
El informe de la organización, que será
presentado en el Foro Económico Mundial de Davos junto a un clamor para que
se adopten compromisos para frenar la desigualdad, advierte de que “las élites económicas están secuestrando
el poder político para manipular las reglas del juego económico, que socava
la democracia”. El informe va acompañado de datos
que plasman con nitidez el aumento de la concentración de riqueza en pocas
manos desde 1980 hasta la actualidad. O cómo la concentración y la brecha
siguen aumentando pese a la gran recesión del año 2008. En Estados Unidos,
por ejemplo, el 1% más rico de la población ha concentrado el 95% del
crecimiento posterior a la crisis financiera. En Europa, los ingresos conjuntos
de las 10 personas más ricas superan el coste total de las medidas de estímulo
aplicadas en la Unión
Europea entre 2008 y 2010 (217.000 millones de euros frente a
200.000).
La tibieza en la presión fiscal a los ricos,
los recortes sociales o el rescate de la banca con fondos públicos son ejemplos
de un fenómeno que es tan visible que crece la conciencia pública del aumento
de este poder. Oxfam Intermón apoya esta afirmación en una encuesta realizada
en España, Brasil, India, Suráfrica, Reino Unido y Estados Unidos, que revela
que la mayor parte de la población cree
que las leyes están diseñadas para favorecer a los ricos. En España,
el 80% de la población cree que las leyes están hechas con este objetivo.
Sobre
el caso español, el director de Oxfam Intermón, José María Vera, afirma que el país “no escapa a esta
dinámica” y que la actual crisis se explica en parte por ella: “Los casos
en los que los intereses de una minoría económicamente poderosa se han impuesto
a los intereses de la ciudadanía de a pie son numerosos en la historia de
nuestra democracia. La crisis económica, financiera, política y social que
padece España hoy tiene buena parte de su origen precisamente en esas dinámicas
perniciosas donde el interés público y los procesos democráticos han sido
secuestrados por los intereses de una minoría”. La
organización pide que se tomen medidas contra los paraísos fiscales
Entre las políticas
diseñadas en los últimos años que favorecen a la minoría de ricos, la
organización enumera la desregulación y opacidad financiera, los
paraísos fiscales, la reducción de impuestos a las rentas más altas o los
recortes de gasto en servicios e inversiones públicas. El informe constata
cómo, en el caso de Europa, “las tremendas presiones de los mercados
financieros han impulsado drásticas medidas de austeridad que han golpeado a
las clases baja y media, mientras los grandes inversores se han aprovechado de
los planes de rescate públicos”.
Por todo ello, Oxfam Intermón exigirá en el marco del Foro Económico Mundial de
Davos a sus asistentes (sean particulares o representantes de Gobiernos) que adopten compromisos en áreas
como los paraísos fiscales (que no se permita que se utilicen para
evadir impuestos); que se hagan públicas las inversiones en empresas y
fondos; que respalden sistemas fiscales progresivos; que exijan a sus
Gobiernos que los impuestos se destinen a servicios públicos o que si lo son
inviertan en atención sanitaria y en educación universales, o que las
empresas que representan paguen salarios dignos a sus empleados y los
países legislen en esta dirección, fortaleciendo umbrales salariales y derechos
laborales.
Por si a
alguien se le ocurre pensar que los planteamientos de Oxfam Intermón son utópicos, la organización recuerda que “esta peligrosa
tendencia” es reversible y que existen
ejemplos de ello. Fue el caso, recuerda, de Estados Unidos o Europa
tras la II Guerra
Mundial, cuando el crecimiento económico se compatibilizó con la reducción de
la desigualdad, o el caso de América Latina, donde la brecha ha disminuido
“significativamente durante la última década gracias a una fiscalidad más
progresiva, los servicios públicos, la protección oficial y el empleo digno”.
El informe
también contempla ejemplos de concentración en países en desarrollo y alude
a la superminoritaria élite india, millonarios que en buena parte han
forjado sus fortunas en sectores cuyos beneficios dependen del acceso a los
servicios básicos; al poder de las élites en Pakistán y su influencia en la
manipulación legal; a la desigualdad en África, pese a la abundancia de
recursos, o a lo que llama “red mundial de secretos bancarios”, que no es
otra que la que forman los paraísos fiscales.
El País, 20 de enero de
2014
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